PINTORES

Un pintor es un artista que practica el arte de la pintura, que consiste en crear cuadros, frescos y en general en decorar superficies de un modo artístico.



Enrique Grau

      

Enrique Grau, exactamente contemporáneo de Obregón, nació en Cartagena en 1920. Hombre tranquilo, culto y estudioso, expuso anualmente desde 1940 hasta ahora en Colombia, Estados Unidos, Brasil, Venezuela e Italia.

En 1954 recibió el primer premio en la Exposición de Artistas Colombianos de Bogotá. Alterna su constante actividad de pintor con la cátedra de dibujo y pintura que ha ejercido en la Universidad Nacional y en los Andes, y con la creación de escenografías y vestuarios para teatro, que es uno de sus mayores placeres.

Grau pertenece al grupo de los "grandes" de la pintura colombiana aunque su pintura haya sufrido alternativas demasiado bruscas y haya carecido de la estabilidad necesaria como para fundar un estilo.

 

Exposiciones:

80 exposiciones individuales y más de 190 exposiciones colectivas, entre ellas tenemos:

  • 1956 Prix Guggenheim, Museo de Arte Moderno, Paris.
  • 1957 Panamerican Union, Washington D.C.
  • 1957 Roland De Aenlle Gallery, New York.
  • 1957 IV Bienal de Sao Pablo Brazil.
  • 1958 Pittsburg International Exhibition.
  • 1958 Guggenheim International, Guggenheim Museum, New York.
  • 1973 Retrospectiva, Museo de Arte Moderno, Bogotá.
  • 1981 y 1987 Aberbach Fine Arts, New York.
  • 1986 FIAC, Paris.
  • 1991 Homenaje Nacional en sus 50 años de vida profesional con 18 exposiciones simultaneas.
  • 1996 The Godwuin Ternbach Museum Flushing, New York City University.
  • 2002 Museo de Arte Moderno, Bogotá.

PINTURAS DE EL

El nombre de la obra es " EL ESPEJO "

Mide 70 cm de alto por 60 cm de ancho

es la numero wvlll/L y esta obra es del ano 1990 esta firmada por el autor

Mulata Cartagenera, 1940.
 

MI MODELO Oleo sobre Lienzo 93,5x62,5 Cms 1966

 

OTRAS OBRAS

         

 

David Manzur

 

Contados  pintores de nuestros días reúnen la imaginación creativa, precisión en el dibujo, la capacidad de observación y la destreza técnica de David Manzur

Nació en Neira, Caldas, y adelantó sus primeros estudios en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá. El artista colombiano, David Manzur Londoño quien se inició en el arte en Boto, un apostadero español en la Guinea Ecuatorial, donde vivió desde los 3 hasta los 17 años, estudió en la Escuela de Arte Claret en las Palmas, Islas
Canarias, antes de ingresar a la Escuela de Bellas Artes en Bogotá.

Manzur ensayó diversas formas de expresión que fueron desde la música y la danza a la actuación y la pintura, campo en el que como creador purista y buscador de la perfección, se ha situado en la primera fila de los artistas colombianos y como uno de los latinoamericanos del realismo aséptico.

En 1961 ganó el "Premio Guggenheim" en 1962 el "I Premio Fundación Guggenheim" en Nueva York. En 1964 ganó una beca para estudiar en el Pratt Graphic Art Center, otorgada por la OEA. Luego obtuvo el premio de la Gobernación de Antioquia, en la Segunda bienal de Medellín. Algunas de sus obras se encuentran en Estados Unidos, en la Unión Panamericana de Washington, en el Banco Interamericano, en la Biblioteca del Congreso, en el Museo de la Universidad de Oklahoma y, en colecciones como la de Loockwood, Cleveland, entre otras

La obra de David Manzur se establece sobre sí misma y alza sus banderas, como si reclamara una narrativa o una poesía que le siguiera los pasos. Una poesía que nos guiara para distinguir entre su realidad y estos sueños, entre lo que es delirio y lo que es revelación.

Este juego psicológico de Manzur, esta aventura entre lo concreto y lo imaginario, esta doble percepción de los sentidos nos hace concluir que ellos, los órganos mismos de los sentidos, independientemente, tienen su propia capacidad de registrar, catalogar y asimilar los hechos de la realidad y los datos recibidos.

Así Manzur nos hace ver, no con los dos ojos,  la misma escena, sino con cada uno a la vez y simultáneamente, imágenes distintas. Imágenes a veces repujadas, a veces talladas a golpe de cincel, trabajadas como si fueran hechas a golpes de buril. Pero no hay nada táctil. Las imágenes se descomponen y se recomponen como en un calidoscopio, no de la retina, sino de la remota e interior región de los sueños. Y es que Manzur pinta la piel y el alma de las cosas. 

Esta doble visión es nueva en el arte de la pintura, aunque no en el cine o el video en que con medios mecánicos es posible lograr esta simultaneidad. Pero la superioridad de la obra de Manzur radica en que esta es una pintura hecha con las manos. Y esa magia, ese duende, no es posible alcanzarlo con ningún medio digital o mecánico. Él sumerge a uno en la exquisita verosimilitud de la imagen, y "nos engaña"  transformándola como un prestidigitador, siempre con la gracia e ironía del maestro.

La pintura de David Manzur no carece de detalles virtuosos y esto, quizás ha hecho que algunos observadores y críticos pierdan su formidable visión de conjunto, su acabada maestría y sobre todo su inagotable  potencial creativo.

 

PINTURAS

                                              

Autoretrato                                                  Caballero y Moustruo                                      El canto de Sor                                     El dragon y yo                               Serenata

 

ALEJANDRO OBREGON

Alejandro Obregón (1920-1992), pintor colombiano de estilo expresionista, en el que predominan la fantasía creadora y los elementos emotivos. Alcanza en la pintura lo que su amigo García Márquez en la literatura, la expresión de lo real maravilloso.

Nació en Barcelona, hijo de colombiano y angloespañola. En 1944 presentó por vez primera su obra en Colombia en el V Salón Nacional, y desde ese momento fue considerado por la crítica como un artista de gran talento. Se ha dividido su evolución en cuatro periodos: los dos primeros, de 1944 a 1948 y de 1949 a 1954, de formación y búsqueda de un estilo personal; el tercero, de 1955 a 1967, de madurez. Ha ganado en dos ocasiones (1962 y 1966) el Primer Premio de Pintura en el Salón Nacional de Colombia, con lo que ha obtenido el reconocimiento internacional. De esta época son sus series de Toros, Cóndores, Mojarras y Barracudas. El cuarto periodo, que va desde 1966 hasta su muerte, es considerado por la crítica de decadencia. Además de pinturas de caballete realizó murales, como el de la biblioteca Luis Ángel Arango, en 1959. Así mismo realizó obras donde se expresaba la crisis que ha vivido el país, como Violencia, Premio Nacional de 1962. Murió en 1992 en Cartagena (Colombia).


PINTURAS

  
 Annees 50, 1950           Atardecer marino, 1983                 Estudio para mural de las naciones unidas 1945                                      Jose Maria Salvador

 

 Luis Caballero

Destacado pintor de la vanguardia del arte colombiano. Excelente dibujante, ha preferido los desnudos de rostros desdibujados y actitudes eróticas. Especialmente interesantes fueron sus dibujos de la “capilla sixtina” por la novedosa interpretación que le dio a las figuras de Miguel Ángel.

A final de los sesentas empieza a explorar distintas técnicas gráficas. Si hacemos un recorrido retrospectivo de su obra encontraremos un paralelo entre el pintor, el dibujante y el artista gráfico. Hallamos en sus grabados transiciones similares a las que desarrolla en la pintura y el dibujo, respecto a al figura humana. Desde 1968, cuando hace sus primeros grabados, hasta 1992, realiza puntasecas, aguafuertes, aguatintas, litografías, monotipos y grabados sobre metal. En cada uno de estos procesos técnicos trabaja con mucho mayor interés la línea que el color.

Caballero se siente atraído también por la ilustración. Desde muy joven hace dibujos para las carátulas de los cuentos infantiles escritos por su padre, Eduardo Caballero Calderón, y colabora en distintas revistas y publicaciones. Grabado y litografías, las dos técnicas más utilizadas por el artista. En sus plumillas Caballero utiliza muchas líneas para resolver cada espacio. Son muchos los trazos necesarios para elaborar cada forma de cada cuerpo, al igual sucede con sus obra gráficas.

Caballero hace evidente sin ningún pudor su interés por algunos maestros del arte dejando notar su influencia. Se sirve de ellos interesado en entender la figura humana, la sexualidad, el erotismo como algo que va mas allá del tacto, la violencia, la espiritualidad representada por un gesto.

Caballero estudia la gráfica, la pintura y el dibujo de los artistas Pop de los años sesenta, de Francis Bacon, Francisco de Goya, Rembrandt, Miguel Angel, Alberto Durero, Matias Grünewald y Leonardo Da Vinci, y vuelca esta “cultura artística” sobre su trabajo, solo para enriquecer sus conocimientos respecto a cada técnica, sino también como referencia a las distintas formas de representación de la figura humana en la historia del arte. Caballero ha sido desde el principio un artista monotemático, dirigido a esclarecer las relaciones humanas, se refiere a la manera en que el cuerpo abierto, diseccionado, mutilado, desangrado, deforme, adquiere un significado sobrepasando la búsqueda estética para convertirse en el transmisor de sensaciones que van al extremo límite entre el placer y el dolor, entre el éxtasis y la muerte.

Caballero recorre a desproporciones de ciertos miembros del cuerpo, incluso a ciertas referencias prácticamente abstractas para narrar una morfología propia de las sensaciones que desea transmitir, la soledad de un cuerpo desnudo ,la vulnerabilidad del ser humano cuando se entrega sexualmente, la mezcla de placer y tensión frente al éxtasis, la relación entre éxtasis y muerte, la necesidad mental, intelectual de representar actos y sensaciones físicas imposibles de resolver en una realidad distinta del universo plástico.

 Pinturas